¿Cuál fue mi primer videojuego?
¡Hola, que tal amigos! ¿Cómo están? Espero que muy, muy bien. Soy Mick Yaegger y hoy les traigo esta publicación, titulada: ¿Cuál fue mi primer videojuego? Espero que sea de su agrado.
Voy a contestar
esa pregunta, partiendo de una premisa básica: Me encantan los juegos. Juegos
para entretener la mente, para ejercitar el cuerpo, juegos para personificar
roles, juegos de estrategia. Todo lo que implique lúdica, es mi campo de
acción. No hay nada mejor para matar el aburrimiento, desde llenar un
crucigrama hasta atravesar un dungeon
lleno de trampas. Aclarado esto, empecemos.
Era 1993, y en la
ciudad de donde soy (San José de Cúcuta, población para esa época de
aproximadamente 500.000 almas) cursaba secundaria, en Octavo grado. Un buen
día, mis amigos de curso me invitaron a ir a un sitio donde tenían diversos
juegos “que te envician”. Videojuegos, las mal llamadas “maquinitas”. Acepté
ir, porque como expliqué, lo mío es la lúdica.
El lugar quedaba ubicado en el
primer piso del centro Comercial Boulevard (con el tiempo, se pasaron al 2do
piso, que era más espacioso), llamado GIMNASIO MENTAL CLAUDIUS y como
según lo recuerdo, era grande y lleno de arcades
de SNES (Súper Nintendo), con juegos de fútbol, Pacman, Mario Bros y demás de
la franquicia. ¿El costo? Una sencilla moneda de $50 pesos, que cambiabas por
una moneda que cambiabas por monedas con boquillas.
(La persona que no haya tenido una moneda de
esas en sus manos, no tuvo infancia. Favor de evacuar el blog, en orden por
favor. La salida es por la parte superior derecha, dar clic en la X. Gracias).
Lo primero que
jugué fue el famosísimo International Super Star Soccer, ya que para aquellas épocas, nuestra
gloriosa Selección Colombia se estaba clasificando primera para el Mundial del
’94 (eso, queridos amigos, es otra entrada).
(Típica
explicación de adolescentes: -Con este corre, con este hace pases, con este
centra y con este patea al arco. Ah, la palanca mueve el muñeco).
El arcade tenía
los botones clásicos, y su modo de uso fue explicado expeditamente. Jugué mi
primer partido de diez minutos, y ¡oh sorpresa! le gané al experimentado e
improvisado senshei, con un marcador
final de 3 a 0.
Minutos atrás el senshei me explicó los
controles con aire de desdén, creyendo que me ganaría. Pobre iluso, has jugado
con fuerzas que no debiste liberar… Muajajajajaja!!!
Nuestro señor
Miyagi, sorprendido, depositó otra moneda (recuerden que el tiempo máximo de
juego en los arcades es de 5 minutos. Faltando 1 minuto, el fatídico timbre
anunciaba el Apocalipsis, sin derecho a protestar. Deposite otra y siga o
evacúe, por favor), y procedió a escoger a Brasil. Yo elegí a Colombia (el
juego tenía una Trinidad de equipos de poder. Colombia era el 3er mejor equipo
del juego, después de Brasil y Argentina), y nuevamente gané, esta vez por un
marcador de 5 – 3.
Mi compañero no lo
podía creer. Acaba de crear a Frankenstein.
Recuerdo que mis compañeros gritaban de emoción. Un novato le ganó al mejor gamer del colegio, el campeón invicto
del local, al Sylverster Stallone del juego. Esa historia pasó de boca en boca…
como una leyenda urbana.
(la
típica historia de Yugi Mouto vs Seto Kaiba)
De este modo, fui
inducido al mundillo gamer. Después
vendría el Nintendo 64, Sega DreamCast, el inmortal PlayStation 1 (vale aclarar
que la PS1 fue el meteorito que destruyó el reinado de la SNES como el Rey de
las consolas), la PS2, el Xbox negro y finalmente, la PC. Pero eso amigos míos,
es otra historia… para otra entrada de este glorioso blog.
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gustó den like, comenten y compartan.
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